El hotel en la literatura significa lo mismo que en la vida: un espacio ajeno y anónimo en el cual podemos “ser otro”. Porque en el hotel estamos fuera del propio mundo y, a la vez, al interior de un espacio distinto. ¿Qué significa ese nuevo lugar? Hay una poética del espacio en el que pasaremos poco tiempo, en el que no están nuestros recuerdos. Allá afuera hay una ciudad que puede ser familiar o desconocida, pero que no es la nuestra. Por ese extraordinario anonimato, el hotel nos confiere una gran libertad. ¿Cómo será nuestro encuentro con esa ciudad? Las líneas que el escritor irá escribiendo en ese hotel, en esa mesa cerca de una ventana, determinarán su relación con el entorno. La vida está ahí. El hotel es el hogar del desconocido que observa a los
demás y su trinchera es esa habitación aparentemente anónima. Para los personajes, el hotel es también un refugio y un espacio de libertad.
Sesión 1.
El espacio del hotel, el lugar anónimo. Apartarse en la soledad y el silencio de una habitación de hotel para escribir lejos de la propia vida y la de los otros. El hogar de paso del fugitivo que escribe y observa. El albergue de los que se van: del escritor vagabundo, del que encuentra en la lejanía su forma de ser escritor. Escribe en las noches, después de caminar por la ciudad irreal o nueva, porque todo viaje, en el fondo, es imaginario: todos los periplos literarios, por breves que sean, son las veinte mil leguas de un viaje submarino. El bar del hotel, por lo general en el último piso, es un espacio para el encuentro con los desconocidos. Cocteles y confesiones.
Sesión 2
El hotel como un lugar para ser libre. Espacio apartado de las convenciones sociales. Refugio de amantes y lugar de secretos. Oscar Wilde, Paul Verlaine y Rimbaud; Lolita, de Nabokov, en los discretos moteles de carretera de EEUU. Es también el espacio habitable en el que no se acumulan los recuerdos. El hotel es el eterno presente. Escribir donde nadie te conoce. El templo de los escritores viajeros: el hotel del cronista: Cees Noteboom. Hotel Nómada. ¿Cómo sería mi hotel favorito? El Hotel de periodistas extranjeros: Hotel Florida, Madrid, en la Guerra Civil española. El Hotel Ambos Mundos, en La Habana, donde Hemingway escribió Tener o no tener. El albergue de los desamparados, de los que perdieron o abandonaron una casa. L’Hotel, en París,
donde murió Oscar Wilde.
Sesión 3
El hotel como metáfora del mundo y espacio literario. De un mundo en destrucción, como en Hotel Savoy, de Joseph Roth, o de un mundo perdido como El Casino de la Selva de Cuernavaca en Bajo el volcán. “Sueño con escribir sobre piscinas vacías y hoteles derruidos”, dice J. G. Ballard. El espacio literario alberga también la duda: esos hoteles que custodian secretos: el Pera Palas, de Estambul, con Agatha Christie, o el Hotel des Bains, de Venecia, en Muerte en Venecia. O los hoteles del cine que son definitivamente literarios. Más secretos y extrañas nostalgias, como en el hotel del film Portero de Noche, con Dirk Bogarde, o el Overlook, la maldad del hotel que enloquece al escritor en El Resplandor. Porque la destrucción del mundo es también la del individuo, y aquí irrumpe el hotel de los suicidas. El “No escribiré más” de Cesare Pavese en el
Hotel Roma de Turín.
Duración Taller: 3 Sesiones de 2:00hrs aprox.
Fechas y Horarios Sesiones:
Sesión 1: Miércoles 17 de noviembre de 20:00 a 22:00hrs, Argentina.
Sesión 2: Miércoles 24 de noviembre de 20:00 a 22:00hrs, Argentina.
Sesión 3: Miércoles 01 de diciembre de 20:00 a 22:00hrs, Argentina.