Según las estadísticas, la paranoia sería una de las enfermedades mentales menos peligrosas, en consecuencia su difusión es muy escasa y las organizaciones de salud mental concentran sus esfuerzos en otros problemas clínicos. Sin embargo, en este Taller nos interesa el potencial paranoico del individuo normal y la paranoia “no-clinica” de muchos líderes políticos, tan evidente en dictadores y en lo que llamamos populismo. Es un hecho que ante los disturbios mentales –entre ellos, esquizofrenia, y depresión– las personas que los padecen, son excluidas de la sociedad y de sus trabajos. Por lo contrario, en un líder el elemento paranoico puede volverse una herramienta de su éxito. La paranoia es un problema moral más que clínico. Las personas psíquicamente débiles, y que no practican la introspección no ven el mal interior que humanamente existe en todos. Entonces, siguen las propuestas de su “proyección” al exterior: es decir, aceptan a los líderes que prometen eliminar a “los malos”.
SESIÓN 1: GENEALOGÍA INDIVIDUAL E HISTÓRICA DE LA PARANOIA
Como otros trastornos mentales, la paranoia tiene su origen en la normalidad psíquica. Ya en los animales y en un “estado natural” de los humanos, un poco de desconfianza es inevitable. Aprender a tener miedo es necesario, sea el niño que se vuelve adulto, sea el hombre tribal que busca organizar su grupo. Los antropólogos han estudiado y definido el rito del chivo expiatorio en las culturas tribales, sin embargo algo parecido resurgió del inconsciente colectivo en la actitud nazi hacia los judíos y recientemente en el ataque ruso a Ucraina. Esta actitud subyacente puede activarse no sólo en las dictaduras, sino cuando prevalece en el pueblo un complejo de superioridad: como en el nacionalismo y en el colonialismo europeo.
SESIÓN 2: MODERNIDAD Y ACTUALIDAD DE LA PARANOIA
Debido al progreso democrático y tecnológico de la era moderna, se hace muy difícil eliminar o controlar la difusión de pensamientos paranoicos. Hoy los gobiernos no tienen el poder “de gracia” como los reyes antiguos, sino que necesitan convencer al público. La mejor solución es la creación de cuentos sencillos, en los cuales los ciudadanos sean los buenos y alguien –que se pueda señalar con el dedo– el malo (como personificación del mal). Los medios de comunicación difunden instrucción y cultura. Pero, volviéndose en comunicación de masa, comprimen y simplifican su mensaje: esto pasa con la prensa, la radio, la TV, con Internet. Los llamados “social” representan la compresión extrema; son seguidos por millones de individuos que se multiplican exponencialmente, sin asumir responsabilidad alguna ante ellos. En los últimos años, hemos tenido “aceleradores” muy identificables de la paranoia. Una pandemia, difundida por un enemigo sin cara (el virus), lo que fácilmente fomenta un pánico paranoico. Un presidente de EEUU que, más que hablar, pregonaba posibles conspiracciones. Un zar que expone ante su país un futuro hecho de pasados imperiales. El nuevo santo del Siglo XXI, más que un hombre de iglesia, es el ciudadano común que tiene un sentido de responsabilidad individual y actúa en un diario “fact checking” de lo que ve, lee o escucha.
Duración Taller: 2 sesiones de 2hrs cada una.
Fechas y Horarios Sesiones:
Sesión 1: Viernes 13 de enero 2023 de 10:00 a 11:30hrs. Argentina.
Sesión 2: Viernes 20 de enero 2023 de 10:00 a 11:30hrs. Argentina.